El finde ha sido menos malo de lo que pensabamos. El viernes terminamos de currar y nos fuimos unos cuantos a tomar unas cervecitas al Zambombo, un bar cercano a la obra. AllÍ estuvimos comentando las jugadas de estos días, y entre varios temas, salió uno curioso: la elección de camas en el barco. Si se piensa con detenimiento, la elección del sitio donde vas a dormir y descansar durante los próximos 5 meses, es un tema clave, porque un error ahí puede ser mortal... Imaginaos que tenéis que estar durmiendo durante cinco meses al lado de Leo (el leon de la Metro Woldyn Mayer) con sus rugidos nocturnos... Seria un error imperdonable!!! Y dicen por ahí, que tenemos un Leo a bordo, cuyo nombre no escribiré para no dejarle en evidencia... ;)
Así pues, parece ser que algunos ya habian elegido cama (por estricto orden de antiguedad) y con idea de no quedarme colgado, enganché a un par de futuros tripulantes y después de armarnos con un par de linternas y un frontal, nos metimos en el barco a las diez y media de la noche. Por cierto, que si el barco de día impresiona, de noche acojona! ;).
Despues de mucho pensar y teniendo en cuenta que yo era el menos antiguo de los 3, tuve suerte y pude elegir el catre de yo quería. He cogido, a babor, la segunda litera de abajo, ya que me es más comodo acceder para no castigar mucho la rodilla. Creo que es buen sitio porque estoy bajo una escotilla, lo cual me permitirá ver el cielo y las velas por la noche y recibir algo de aire fresco, que es algo muy importante ya que vamos a navegar por zonas muy calidas. De todas maneras, no sé si esta elección será finalmente aprobada por los jefes supremos, asi que tampoco me voy a hacer demasiadas ilusiones...
El sábado hicimos la maniobra del traslado de los palos, y la verdad es que fue super interesante. Para que lo entendáis, teníamos que sacar todas las vergas de la nave donde se estaban colocando las jarcias y trasladarlas junto a la playa. Para ello hemos contado con una Manitou (especie de grúa pequeña con una pluma) y hemos ido sacando las vergas de la nave en la que se encontraban guardadas. No ha sido nada fácil hacerlo, porque son largas y el espacio no era muy amplio.
Me ha molado mucho el dia porque despues de varios dias haciendo tarea de oficina, gestionando cosas, trbajando con el ordenador y el movil, ya tenía ganas de “entrar en acción” en cierta manera, mancharme, sudar, etc… ;)) ¿me estare asalvajando? ;) Bueno, pues después de mucho ir y venir, finalmente conseguimos sacar todas las vergas y amontonarlas en la playa, (como podeis ver en la foto) e incluso logramos sacar también el bauprés (palo que sale desde la proa del barco). Fue curioso porque cuando conseguimos sacar la verga del mayor y lo dejamos acostado en la playa, todos rompimos a aplaudir. Fue una demostración más del empuje y la unión que hay entre todos.
Una de las cosas que comentaba con Joaquin Garrido (el otro gran jefe de este proyecto junto a mi tío Ignacio), muerto de risa, es que una de las cosas mas increíbles de este proyecto es el nivel de los recursos con que se cuenta para sacar adelante la construcción de un barco como éste.
Para que os hagáis una idea: El carro en el que montamos los palos es el que veis en la foto. Era algo asi como un amasijo de hierros que se ha reforzado soldando unas planchas de hierro, se le ha puesto una lanza en la proa para tirar de él, un tablón de madera y unos cuantos tacos. Sin embargo, todo ello no ha conseguido evitar que el eje del carro este torcido, las ruedas machacadas y las llantas totalmente oxidadas. ;)) Joaquin decía que si el Galeón lo estuvieran haciendo los americanos o los alemanes o los ingleses, todos estaríamos uniformados con unos monos blancos impolutos, con la ultima tecnología, con láser para detectar los poros de la pintura, y con un carro diseñado exclusivamente para esta maniobra. Pero no es nuestro caso, y eso es algo de lo mas alucinante, ver cómo se esta consiguiendo todo esto con mucha imaginación y mas ilusión. Pa’ quitarse el sombrero.
Para culminar el día, pude ir a Sevilla y conseguir cambiar el billete del Ave que tenia en principio para las 20.00h por uno a las 16.15h. Llegue a Madrid a las 18.50h, donde mi top model particular me recogió en su coche. Aunque el tiempo se fue volando, el domingo al menos pude ver un rato a mi familia (Alvarito, con dos cojones, ya andando solo!!) y estar un rato con Maria... Menos da una piedra.
Que pasada los palos Currito!!
ResponderEliminarcuando vuelvas del barco, Alvarito no solo andará sino que hablará fijo! jajaa ¡Viva mi niño!