Ya estoy de nuevo por aquí! Os contaré que la estancia en Salalah (Omán) ha sido una pesadilla. No os podeis ni imaginar el calor que hemos tenido que soportar, el pestazo del olor del barco que teníamos atracado en la proa (y que se dedica al transporte de ganado y estiércol) y la de problemas que hemos tenido para dejar el país.
Salalah es una puerto muy importante en este país musulmán en el que se ve que hay mucha pasta (el petróleo es la principal fuente de ingresos) y a tal nivel que los Omaníes no pagan impuestos, ya que el país tiene tanto dinero que no los necesita. En principio hacíamos escala aquí para recoger al barco que no iba a escoltar durante los siguientes cinco días de travesía, ya que parece ser que gran parte de los ataques de piratas se producen al final del corredor de seguridad que atravesamos anteriormente y que esta vigilado por fragatas de la OTAN. Vamos, que es como si los atracadores te esperasen a la salida de la boca de metro… Así que para evitar líos, y en gran medida obligados por las altas instancias gubernamentales españolas, nos hemos visto obligados a contratar una escolta privada: un barco con 6 pistoleros armados hasta los dientes. Y no es coña.
Como os decía, en teoría teníamos que llegar a Salalah, recoger a los rambitos (como les hemos llamado) y marcharnos, pero distintos problemas en las negociaciones nos han obligado a retrasar la salida una semana entera, con la incertidumbre añadida de no saber exactamente qué día nos íbamos.
Esa semana la hemos aprovechado para hacer, entre otras cosas, una excursión (apasionante, lo mas llamativo que nos enseñaron fue… un riachuelo en una montaña!!! Os imagináis nuestra cara cuando el guía nos hace bajarnos del autobús a ver un riachuelo de 2 metros de ancho que baja por la ladera de una montaña?? De coña…). Otros días nos hemos dado el lujo de irnos a pasar el día a la piscina y playa privada de hoteles de lujo, donde nos hemos hartado de beber cerveza (algo prohibido en el resto de Oman) y de comer chuletones.
Por fin, el domingo 16 zarpamos de Salalah y nos quedamos dando vueltas a varias millas del puerto, donde finalmente nos reunimos con los rambitos 36h mas tarde de lo acordado. A partir de ahí, rumbo a Sri Lanka, a Colombo, en concreto, donde llegamos ayer, martes 25 de mayo.
La verdad es que la travesía ha sido bastante movida, ya que hemos sufrido mucho mas balanceo en el barco del que hasta ahora habíamos tenido, haciendo bastante coñazo la vida abordo. Pero es lo que tienen los barcos, que están en el agua y que cuando hay olas, ya se sabe… Por lo demás, lo mas reseñable ha sido la instalación de dos aparatos de aire acondicionado en el sollao, donde dormimos. (en la foto veis la inaguaracion oficial). Sí, ya sé que algunos pensareis “vaya mariconada, así no navegaban en el siglo XVII”, pero os aseguro que era imposible vivir ahí abajo. Estoy convencido que la temperatura rondaba los 50 grados e (intentar) dormir era un ejercicio de masoquismo absoluto. Con el aire, la verdad es que se ha ganado habitabilidad y confort, y de hecho, ahora pasamos muchas horas aquí encerrados y se puede dormir bien, aunque yo sigo haciéndolo en cubierta bajo las estrellas, que eso en Madrid no se puede;)
Afortunadamente, algunos días hemos tenido viento por la popa o por la aleta, lo que nos ha permitido sacar las velas mayor y trinqueta. Las maniobras siguen siendo espectaculares, y cada dia nos van saliendo mejor, eso sí, con mucho esfuerzo, que las vergas pesan tela…
La verdad es que toda la tripulación estaba deseando llegar a Sri Lanka, ya que nos han hablado muy bien de él por las hermosas playas y lo fría que sirven la cervecita, que se hecha mucho de menos ;) Es curioso pensar que, en millas, estamos a mitad de camino hasta Shanghai, aunque en tiempo, estamos casi llegando a nuestro destino, pues nuestros planes son llegar a tierras chinas la segunda quincena de junio. Y hablando de distancias, el otro día me sorprendí al realizar el cálculo de la distancia que hemos recorrido en kms ( que es una medida que la mayoría controlamos mucho mejor). Hasta ahora, mas de 6.500 millas, es decir, unos 11.000 km!! Casi nada!!!
He tenido la suerte de no tener guardia durante esta escala, asi que junto con un nutrido grupo de tripulantes nos hemos venido a pasar un par de dias a una zona de playa surfera. Sri Lanka es super chulo, tiene un monton de jungla, unas playas muy chulas y una gente muy amable. Solo llevamos algo mas de 24 horas, pero de momento estamos encantados.
Si no hay cambio de planes, el proximo viernes ponemos rumbo a Singapur, donde llegaremos en unos 10-12 dias... asi que tendreis que esperar unos dias para tener nuevas noticias...
Por cierto, mando un besazo enorme a mis dos sobris, Cayetana e Ignacio, que cumplen años dentro de unos dias. Como os echo de menos mis niños!!! muaaaaaaak